Una
supertormenta solar es inevitable, pero actualmente la humanidad
contaría con sólo 15 minutos para prepararse ante tal acontecimiento
advirtieron científicos de la Real Academia de Ingeniería del Reino
Unido.
La
Academia recomienda que el Gobierno establezca una Junta del Clima
Espacial para supervisar este fenómeno a través de los departamentos
gubernamentales, manifestó el profesor Paul Cannon, que dirigió el
equipo de trabajo de la Academia sobre el clima solar extremo.
"Nuestro
mensaje es: No se asusten, pero prepárense, una supertormenta solar va a
pasar un día y tenemos que estar preparados para ella", agregó.
Las
advertencias sobre eyecciones de masa coronal (CME) unas nubes de
partículas cargadas que causan el mayor daño durante una tormenta solar
están a cargo del satélite Explorador de Composición Avanzada , que por
su antigüedad excesiva será reemplazado en 2014, pues por su vejez
advierte sobre una CME sólo 15 minutos antes de que suceda , y. en
cualquier momento puede fallar.
Nuestro
mensaje es: No se asusten, pero prepárense, una supertormenta solar va a
pasar un día y tenemos que estar preparados para ella"
Últimamente,
los científicos están elaborando una red mundial de estaciones de
monitoreo, preparándose para un 'gran apagón' de la comunicación
satelital que podría producirse en 2013, tras un severo fenómeno
conocido como 'máximo solar'.
Durante
este periodo el Sol emite una radiación mucho más potente de lo normal y
las erupciones solares violentas ocurren más a menudo.
La
mayor tormenta geomagnética conocida en la Tierra ocurrió en 1859. La
llamarada de energía solar provocó cortes en el servicio de telégrafo y
una aurora boreal visible incluso en el Caribe, hasta el punto de que
los habitantes de las montañas Rocosas se despertaron pensando que había
amanecido.
De
acuerdo con la profecía de los Papas, de San Malaquías, Benedicto XVI
es el penúltimo Papa católico y, por consiguiente, el Sumo Pontífice
elegido en el cónclave tendría que ser el último en el trono papal.
Las
Profecías de san Malaquías son 2 textos que se publicaron en 1595 y en
1690 y durante siglos se atribuyeron al arzobispo católico san Malaquías
de Armagh (1094-1148). Uno se refiere al Papado católico y otro a
Irlanda. Ambos escritos se dieron a conocer siglos después cuando
muchos de los sucesos predichos ya habían sucedido, por lo que se han
establecido serias dudas sobre su autenticidad.
De acuerdo al
religioso Bernardo de Claraval quien fue íntimo amigo de Malaquías,
Malaquías gozaba del don de la profecía, pero no mencionó en absoluto
ninguna profecía acerca de Irlanda, y menos aún una lista de los futuros
papas (que incluye el año en que sucedería el fin del mundo). En su vida de san Malaquías, san Bernardo tampoco mencionó esas 2 profecías.
Esta
falta de mención, y el hecho de que todos los sucesos predichos ya
habían sucedido cuando se descubrió el texto, refuerzan la hipótesis de
que se trata de una falsificación posterior.
La 'Profecía de los
Papas', de san Malaquías apareció en el 'Lignum Vitæ, Ornamentum, &
Decus Ecclesiae' ('El árbol de la vida, el ornamento y la gloria de la
Iglesia'), en 1595, publicado por el monje benedictino belga Arnoldo
Wion (quien era historiador de su orden).
Wion dedicó ese libro al rey de España, Felipe II, hijo de Carlos V de Alemania y I de España.
El
jesuita francés Claude François Menestrier (1631-1705) escribió una
obra para demostrar que esta profecía había sido escrita a fines del
siglo XVII. Por primera vez el texto de la profecía fue publicado en
1595 por Arnold de Wyon quien en su libro 'El Árbol de la Vida'
atribuyó la autoría a Malaquías, cuya autenticidad, sin embargo, es
discutida por muchos autores. A principios de 1139 Malaquías llegó a
Roma para visitar al Papa Inocencio II y supuestamente a partir de esta
visita empezó a escribir sus profecías.
El 'Lignum Vitae' es una
biografía colectiva de los benedictinos elevados a la dignidad
episcopal. Tras unos párrafos sobre la figura de san Malaquías, termina
diciendo: "[Malaquías] Escribió varios opúsculos. Hasta el día de hoy no
he tenido ocasión de ver ninguno, exceptuando una profecía relacionada
con los soberanos pontífices. Puesto que es muy breve, y que yo sepa no
ha sido dada a imprimir todavía, y dado que a muchos les complacería
conocerla, copio a continuación su contenido".
El libro resultó un bestseller en toda la Europa cristiana.
En
él aparece una serie de 112 pequeños lemas o frases en latín sin
numerar haciendo alusión alegórica a los siguientes 112 papas que
gobernarían la Iglesia católica, desde Celestino II (1143-1144) hasta un
supuesto Pedro el Romano, incluyendo a los antipapas. Se observa que
las divisas correspondientes a los papas anteriores a 1595 son mucho
menos ambiguas que las sucesivas.
El historiador español José
Luis Calvo confirmó que hasta el papa Urbano VII (1521-1590), los lemas
coinciden muy bien con los respectivos pontífices y a partir de esa
fecha hay que hacer esfuerzos para que coincidan.
Lo más probable
es que la profecía haya sido hecha por alguien que utilizó el prestigio
del erudito y arquéologo dominico Alfonso Chacón (Alphonsus Ciacconus),
quien comentó los lemas en el texto de 1595 hasta Urbano VII.
El
erudito español Benito Jerónimo Feijoo anota en su Teatro Crítico
Universal que la profecía es apócrifa, que le fue entregada a Alfonso
Chacón y que solo tiene precisión hasta Urbano VII, lo que muestra el
fraude.
Para el jesuita Claude-François Menestrier estas
profecías fueron fabricadas para propiciar la candidatura a papa de
Girolamo Simoncelli, cardenal de Orvieto en 1590 para suceder a Urbano
VII.
El final?
Luego de la muerte de Juan Pablo II, no
hubo medio de comunicación que no difundiera entre sus reportes algún
texto o imagen vinculada a las llamadas Profecías de San Malaquías.
El
papa Benedicto XVI informó hoy que decidió renunciar al papado a partir
de este 28 de febrero, indicando que ya no tiene “fuerzas” para dirigir
la Iglesia Católica debido a su avanzada edad, 85 años.
"Después
de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a
la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para
ejercer adecuadamente el ministerio petrino", señaló el Romano
Pontífice en latín ante el Consistorio del Vaticano, donde se reúnen
todos los cardenales, el cual fue convocado por Benedicto XVI, según
informó la Santa Sede.
Desde
el añ0 1,415 ningún Papa había renunciado, desde que lo hizo Gregorio
XII, pero no fue por ancianidad, sino para poner fin al cisma en la
Iglesia Católica, cuando se dividió en dos sedes, una en Avignon y otra
en Roma, cisma contra el cual luchó por más de dos décadas San Vicente
Ferrer, hasta conseguir las renuncias respectivas por la unidad del
Papado.
El
Derecho canónicono establece ninguna oposición a una renuncia siempre y
cuando el Pontífice exprese su renuncia de “forma pública y libre”.